No saben lo bien que se siente poder bajar del tren y poder comprar una ensalada de frutas en la madrugada. Debes apurarte sino el tren se va sin ti, solo tienes 10 minutos para poder bajar ya sea para comprar/fumar un cigarrillo o sólo estirar y respirar, ya que aquí nos respiramos entre todos. El señor del tren me pide que me apure y yo le digo que ya voy; me responde saca fotos. De todos modos tuve que bajar de nuevo a comprarle algo a una señora mayor. Los viajes te hacen crecer como persona y más si andas solo. La vida para mí viajando es como una bendición, aprendes a valorar momentos. La gente que viaja tiene un alma bella y un corazón comprensible.
Mientras escribo esto una señora que hablamos hace un rato, ella se encuentra a 20m. Viene y me trae mate, me pregunta que es lo que escribo y le digo "lo que siento". Algunos entenderán, otros sólo no dirán nada. Ya sea para visitar familiares, de vacaciones, para andar y dejarse llevar... estas personas están viajando. Cada camino me hace aprender y crecer y me acerca a lo que quiero para mi vida, quiero una vida en la cual no tenga que escaparme de la gente, ni de la ciudad. En el camino siempre van apareciendo estas personas mágicas, de repente quieres estar "sólo" y al mismo tiempo estas compartiendo momentos con gente que esta al mismo paso que tú. Sin saber te estas dejando llevar, en cada viaje sea largo o corto mi alma se llena de luz y bendición. No te pesa la mochila porque esa mochila lleva tus sueños y los deseos de estar en movimiento. Te entregas al camino, te abres a explorar y el mejor regalo que deja un viaje finalizado. Personas mágicas nuevas, sentimientos nuevos y ganas de compartir aquí una vez más una escritura. En cada estación se puede apreciar lo que somos Argentinos, hay torta fritas, pastelitos, ensalada de fruta, mate, pan casero con chicharrón. En cada paso vas encontrando pedasitos tuyos que yacen en tu interior. La gente disfruta no importan las horas, estamos ABIERTOS a experimentar y eso es lo más lindo de la VIDA.
